martes, 7 de octubre de 2008

La prueba de fidelidad

Yo estaba muy feliz. Mi novia y yo decidimos casarnos. Mis padres nos ayudaron en toda forma posible, mis amigos me apoyaban. Y mi novia era un sueño.

Sólo había una cosa que me molestaba mucho: su mejor amiga. Su amiga era inteligente, sexy... Y a veces flirteaba conmigo, lo que me consternaba.

Un día, la amiga de mi novia me llamó por teléfono y me pidió que fuera a su casa a ayudarle con la lista de los invitados a la boda, así que fui para allá y cuando llegue ella estaba sola. Me susurró que ya que me iba a casar con su mejor amiga, y teniendo en cuenta que ella tenia ciertos sentimientos y deseos hacia mi persona, podríamos hacer el amor, sólo una vez, antes de que yo me comprometiera para siempre.

¿Que podía decir? Estaba totalmente sorprendido, y simplemente no pude decir palabra.

Así que me dijo:
- Iré a mi dormitorio, y si tú lo deseas, entra y me tendrás.

Admiré su maravilloso trasero mecerse al subir las escaleras. Me levante del sillón y estuve así, de pie, por un momento. Me di vuelta y fui a la puerta principal, la abrí y salí a la calle con dirección a mi coche. ¡Mi novia estaba allí fuera!

Con lágrimas en sus ojos, me abrazo y me dijo:
- Estoy muy feliz y orgullosa de ti. Has pasado mi pequeña prueba. No podía tener a un mejor hombre como esposo!

Moraleja:
Deja siempre tus condones en el coche!

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