viernes, 31 de octubre de 2008

¿Mandeee?

Un hombre entra en un bar con una boya bajo el brazo y una bolsa de plástico en la mano. Se dirige al camarero y le pide una copa. El camarero curioso le pregunta:
- Oiga, ¿Me permite preguntarle que hace con esa boya?
- Es que paseando por la playa me encontré esta bolsa de plástico, la abrí y ví una botella, la destapé y salió un genio que me concedió un deseo.
- Venga hombre, que ya soy mayorcito para que me tome usted el pelo.
- Que sí, hombre, mire, se lo demostraré.
El hombre saca la botella, la destapa y aparece un genio muy solemne que le dice al camarero:
- ¡Te concedo un deseo, pide lo que quieras!
El camarero casi sin contener la emoción exclama:
- ¡Quiero un millón de perlas!
- ¡Concedido!
Y al instante el bar aparece lleno de velas encendidas.
El camarero atónito exclama:
- ¿Y para qué coño quiero yo un millón de velas?
A lo que el visitante contesta:
- ¿Y para qué quiero yo una boya de 25 centímetros?

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