sábado, 13 de junio de 2009

La frase adecuada en el momento oportuno

Porque encontrar la frase adecuada, en el momento adecuado, es lo que marca la diferencia...

Luis se despierta en casa con un tremendo dolor de cabeza. Se esfuerza en abrir los ojos, y lo primero que ve es un par de aspirinas y un vaso de agua en la mesita de noche. Se sienta y ve su ropa toda bien limpia y planchada frente a él. Luis mira alrededor de la habitación y ve que todo esta en perfecto orden y limpio. El resto de la casa esta igual, coge las aspirinas y ve una nota sobre a mesa:
- "Cariño, el desayuno está en la cocina, salí temprano para hacer unas compras. Te quiero."
Así que va a la cocina, y como no, ahí estaba el desayuno y el periódico del día, su hijo también está en la mesa, desayunando.
Luis le pregunta:
- Hijo, ¿que pasó ayer por la noche?
Su hijo le contesta:
- Bien, pues volviste después de las 3 de la madrugada, borracho como una cuba, meado, cagado e insultando a todos, rompiste 3 sillas, le pegaste un puñetazo al cuadro de los abuelos, vomitaste en el pasillo y te pusiste un ojo morado cuando te diste la gran ostia contra la puerta del cuarto de baño......
Confundido, Luis pregunta:
- ¿Y como es que todo esta tan limpio y ordenado, y el desayuno esperándome en la mesa?
Su hijo le contesta:
- Ahhh, eso......!! Mamá te arrastró hacia el dormitorio y cuando intentó sacarte los pantalones, tu gritaste: ¡¡¡QUIETAAAAAAAAAAAA PEDAZO DE PUTA, QUE ESTOY CASADO!!!"

Conclusiones:
Una resaca autoinducida: 100 €
Mobiliario roto: 2000 €
Desayuno: 20 €
Decir la frase adecuada..... NO TIENE PRECIO!!!

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